Educación Alternativa

Un poco de mi experiencia con la educación alternativa

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Estando embarazada de mi primer hijo comencé a leer libros sobre educación. Gracias a unas familias fue que conocí de la educación alternativa antes de casarme, y desde el primer momento me fascinó la idea.
Tenía grandes expectativas y muchas ilusiones, nació mi hijo y me imaginaba momentos divertidos y hermosos “jugando” a la escuelita. Los primeros dos años se fueron rápido, mientras yo leía artículos y conocía más del tema. A pesar de la información que había compilado, cuando mi hijo tenía dos años y medio comencé a preocuparme.
En las escuelas tradicionales a los tres años mandan a los niños al kinder, yo pensaba dentro de mí “Ya tengo que ir preparándome para empezar”, empezamos con lo básico, colores, formas, etc. Yo quería tener a mi hijo sentado en un pupitre como lo hacían en los colegios y así tener horarios establecidos y una planeación. La verdad es que no tenía nada claro como hacerlo, dos amigas con más experiencia que yo me iban guiando, de pronto recordaba actividades que aprendí de niña o de lo que veía en internet le ponía a mi niño. Pocas veces tenía una buena idea o creatividad para crear actividades divertidas y educativas, así que eso hacía que me frustrara un poco más.
Llegué a comentar con mi esposo que sería mejor inscribir al niño en una plataforma virtual donde ya tienen una planeación anual, material listo, actividades, ya todo hecho, uno solo va guiando al niño aplicando lo que en la plataforma dicen. Parecía una buena idea, pero a la vez las actividades de mi esposo nos exigían salidas continuas, por lo que no podía permanecer diario pegada a la computadora con el niño, comencé a ver muchos “peros” , me sentía como si fuera a escolarizar a mi hijo pero en la casa, y tampoco quería eso, así que decidimos seguir esperando. Mientras tanto me iba dando cuenta de lo que tanto me decían mis amigas y yo no entendía muy bien, los niños aprenden SOLOS. Mientras más dejaba de afanarme y preocuparme qué trabajos o actividades hacer con mi hijo, más me percataba de cómo si había aprendido ya muchas cosas a su corta edad. Los colores y los primeros números los aprendió mejor jugando con sus carritos que sentado en un pupitre hermoso que mi esposo le fabricó usando un libro de texto. Descubrí una página que me ayudó a aclarar más mi concepto sobre la educación desde el hogar, y fue que comenzamos clases en vivo desde internet con mis amigas, me compartían tips, ideas, material, actividades, experiencias y muchas cosas que me servían para complementar lo que ya estaba haciendo con mi hijo.
Algo que marcó mi vida y me abrió los ojos para desescolarizarme primero yo, fue un día que viajamos en carretera, mi hijo iba mirando por la ventana, observaba las nubes, y de pronto me dijo “Mami, cómo se hacen las nubes?”, yo le di una explicación corta y concisa pero le dije además, “Qué te parece si investigamos más?” Él se emocionó mucho! Entonces en la primer oportunidad baje un poco de información extra, datos curiosos e imágenes, hice un tipo de lapbook y le presenté la información. Le dejé que hiciera una actividad de nubes con algodón, aproveché para enseñarle la letra “A” de Algodón, luego sus preguntas me iban dirigiendo a explicarle cada vez más detalles, hasta llegamos a hablar de los tres estados del agua, salieron más ideas, más actividades y cada vez me enamoraba más de mi labor. Se terminaron las frustraciones, los sentimientos de culpa de no saber qué actividades hacer, cuando dejaba que sus inquietudes, sus curiosidades y sus deseos de aprender me fueran guiando. Aprendí a complementar poco a poco las actividades sugeridas por mi hijo con libros de textos, videos, y otros recursos. Desde ese momento ya no necesitaba tener una planeación en mis manos o que alguien me dijera qué aplicarle a mi hijo, era él mismo el que manifestaba lo que quería o necesitaba aprender, yo sólo debía estar muy pendiente de eso, y en base a ello buscar algunas actividades de diferentes fuentes que me sirvieran de apoyo. Mis amigas me aconsejaban hacerme de todo tipo de material, así que me dediqué a compilar lo más posible cada que usaba el internet, compré libros y me regalaron unos más.
En lo que mi niño va mostrando sus inquietudes específicas de aprender algo yo también voy sugiriéndole temas, mi esposo tiene tiempos con él y así hemos visto un buen avance en su educación. Sobre todo hemos experimentado y entendido que la educación no consiste en enseñarles a nuestros hijos a leer, escribir o contar, consiste en transmitirles valores que sean capaces de poner por obra durante toda su vida, lo demás, lo académico, viene por añadidura.

Así nos la fuimos llevando hasta los 6 años, etapa en la que comencé a notar cambios en mi niño, que me requerían màs organización para cubrir lo que yo veía que él necesitaba aprender.
Unos meses continuamos con un ritmo de «escuela» bastante relajado, sin planeaciones, todo en base a actividades didácticas, experimentos, material concreto etc. Hasta que noté que mi niño tenía mucho interés por la lectura pero se desesperaba de leer lento, también notaba un ligero «estancamiento» en el conteo del 20 en adelante, confusión de algunas letras, etc. Todo eso platicando con mamis más expertas, supe que era normal, los niños van adquiriendo destrezas y conocimientos en base a su maduración, nunca hay que obligarlos o presionarlos a aprender o entender algo, pero si pensé que debíamos trabajar en ello. Mi pregunta era: ¿Cómo?, tengo varios libros de texto, pero estaba bloqueada en cómo sacarles provecho, con cuál comenzar, cómo combinar otras àreas como geografía, o ciencias, etc. Así que, de nuevo recurrí a mis amigas Karen y Susy, que siempre han estado ahí para apoyarme en cada proceso. Platicando con ellas entendí más claramente cómo usar los libros para tener una base de dónde partir, y aunque no soy rigurosa en hacer exactamente lo que dice el libro y cómo se debe aplicar, al menos me daba idea, luz! Para poder usar actividades muy buenas con material concreto, como le gusta a mi peque 🙂

Así comencé la etapa de la primaria un poco màs organizada, ya que mis diversas actividades me lo requerían. Con un libro de planes de clase de primer grado de Montenegro editores comenzamos a trabajar. Voy a la guía, veo el tema a tratar y la actividad sugerida y en base a la actividad que sugiere el libro yo busco una en algún libro de texto, o un juego online, o planifico educajas, o usamos material concreto, y así tenemos actividades diversas, claro, siempre con el punto de vista de Yoel sobre lo que vamos a hacer.
A ello le intercalo estudios bíblicos que tenemos, tiempo de un poco de conocimientos sobre música, actividades y proyectos sugeridos por él, y por supuesto mucho juego! 🙂

Ahora, con dos hermosos hijos, un niño de 5 años y una bebita de año y medio, nuestro anhelo por llevar un estilo de vida educando desde casa crece cada vez más, dejando muy claro que la única forma de dar una educación integral de la mejor calidad es hacerlo en familia, desde el hogar.
Mi consejo a las mamis que desean comenzar a educar a sus hijos desde casa es, no importa la edad de sus hijos, si comenzarán desde pequeños o han pensado en retirarlos de las instituciones educativas, lo importante primero es dejar de pensar en hacer en casa lo que hacen en las escuelas. Las instituciones no dan una educación personalizada, son autoritarios, es el sistema quien decide qué aprenderán los niños y cómo, en casa no debe ser así. En casa nuestros hijos son libres, y nosotras no somos autoridades educativas, no somos maestras, somos sus mamás, sus compañeras de apoyo en su proceso de aprendizaje, quienes ponemos a su alcance los recursos necesarios para aprender, y enseñarles a contar o leer es parte de nuestro trabajo como padres tanto como enseñarles buenos modales o respetar al prójimo.
Lo importante es hacerse de la mayor cantidad de recursos posibles de distintos medios, esos recursos debemos tenerlos organizados y listos para usar en la primer oportunidad, ya sean libros, juegos didácticos, fichas con actividades didácticas, guías, etc. También material de papelería que podamos estar necesitando como papel bond, cartulinas, pinturas etc, que tengamos todo a la mano para optimizar el tiempo y mantener el interés de los niños es importante. Me he dado cuenta que basta con hacer a los hijos preguntones para que aprendan. Así que enseñarles a hacer preguntas de todo lo que está a su alrededor abre sus mentes a la información y a las grandes ideas.
El ser humano nace con la capacidad de aprender por si mismo, si nosotros acostumbramos a nuestros hijos a leer y buscar información, podremos estar seguros que no permanecerán ignorantes, así que no limitemos su capacidad natural de aprender, quitemos esos prejuicios de nuestras mentes escolarizadas y dejemos que nuestros niños tengan la oportunidad de aprender en libertad.

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